martes, 10 de febrero de 2015

EDUCACION Y GLOBALIZACION MERCANTIL

EDUCACIÓN Y GLOBALIZACION: LA ORGANIZACION MUNDIAL DEL COMERCIO (OMC) Y LA LIBERALIZACION DE LA ENSEÑANZA.

JUAN CONTRERAS T.
CIPAL

Un día antes de abandonar el poder el Gral. Augusto Pinochet aplicó en Chile a la  educación la estricta receta neoliberal. Resultado: en los barrios pobres los colegios se caen a  pedazos. Los colegios privados florecieron, se redujeron los sueldos y la calidad del profesorado y se crearon decenas  de universidades privadas con las materias más exóticas (Diario de León del 06.06.2006).
Desde fines del siglo XX se ha instalado  un nuevo orden económico internacional de alcance global bajo la dirección  estratégica  de los EE. UU. Sus inspiradores y detractores (desde Von Hayec, Friedman hasta Chomsky y Soros) definen a este nuevo orden bajo el nombre de globalización capitalista neoliberal.
Este proceso ha instalado  sobre  el planeta un nuevo orden global encabezado por poderosas empresas transnacionales  que desde el Fondo Internacional Internacional (FMI) y el (Banco Mundial) definen y formulan las políticas económicas, fiscales y sociales  de los Estados (debilitados y sin ninguna capacidad de maniobra por sus deudas colosales)  convertidos en “Estados de segunda categoría” en el contexto de las relaciones de poder donde mandan los dueños del capital.
A este nuevo orden económico internacional pertenece  Organización Mundial del Comercio (OMC), una organización supranacional creada en 1945 para regular la liberalización  del comercio internacional. Agrupa  a 159 países e integra al Perú  desde 1995.
La OMC no forma del Sistema Internacional de Naciones Unidas, en consecuencia, no depende del derecho internacional, lo  cual significa que no está vinculada a la Carta de las Naciones Unidas, ni se sujeta a la Convención  Americana de los Derechos Humanos y los dos Pactos sobre Derechos  Civiles, Políticos, Económicos, Sociales y Culturales que, en cambio, obligan a los  Estados  Partes, como el Perú. Esto  significa que  la  OMC  no tiene que  dar cuentas de sus políticas a ningún foro del derecho internacional,  ni  asumir  responsabilidad jurídica alguna.
Esto último resulta una gran ventaja para la OMS, pues, si alguna empresa transnacional farmacéutica fuera involucrada en daños por la importación de medicinas que ocasionen graves daños a  la  salud a sus potenciales consumidores no sería  afecto de ninguna  sanción. Lo mismo puede decirse de  las empresas petroleras que en cualquier selva amazónica de  América o del Africa introducen insumos químicos  altamente peligrosos para el equilibrio ambiental.
La OMC ha elaborado dos instrumentos que  a titulo de  acuerdo interestatal regulan el comercio internacional, estos son: el Acuerdo General Sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) de 1947 y el Acuerdo General sobre  el Comercio de los  Servicios (AGCS) de 1994. El primero (GATT) ha  servido para favorecer el libre comercio y favorecer a penetración de mercancías y servicios en los países de  economía primaria (productores de minerales) rebajando sus aranceles de los países destino con los cuales han exterminado la industria nacional y provocado el lanzamiento de miles de trabajadores  al despido.
El Acuerdo General sobre el Comercio de los Servicios (AGCS) es el instrumento  regulador del comercio internacional para la circulación de mercancías (agricultura, textiles, etc.), servicios (banca, seguros, telecomunicaciones, etc.) y propiedad intelectual (derechos de autor, marcas, modelos industriales, etc.). Es la herramienta para desarrollar la liberalización del comercio a nivel global para lo  cual traspasan fronteras territoriales para imponer los intereses de grandes corporaciones empresariales, someten Estados y gobiernos, desconocen  derechos económicos,  sociales y culturales como el  trabajo, la educación, la seguridad social,  etc., incluso al propio derecho internacional de los  derechos humanos  auspiciado por las Naciones  Unidas. Todo un poder imperial, global sin limites, ni control.
A partir  de  1999 el AGCS define el concepto  de  “servicio educativo”  o “servicio de enseñanza” regulando los  aspectos procedimentales para la  comercialización de la  educación, entiéndase la privatización de la educación, lo  cual  equivale  la conversión de la educaciòn en una mercancía,  un  servicio de consumo desprovisto de su  contenido democrático, inclusivo y social. Para el AGCS la educación no es más  un  derecho humano fundamental, pese  al Protocolo  Adicional de  San Salvador ratificado por  un conjunto de Estados Partes, como el Perù.  Bajo esas directivas países como Noruega, Checoeslovaquia, Eslovaquia, Lesotho y Sierra  Leona han liberado todos los sectores de enseñanza (primaria, secundaria, superior, adultos y otros servicios) facilitando la inversión privada en este sector. En América Latina y el Caribe, Costa Rica, Jamaica, Panamá y México han liberado los servicios de enseñanza primaria, secundaria y superior. Haití ha liberado la educación de  adultos. EE.UU., la enseñanza para  adultos. Y el Estado?, pintado  en la pared. A esto es lo que la Carta Fundamental del Perú llama  el “Estado subsidiario” o lo que Milton Friedman llamó el Estado Mìnimo para oponerse al Estado intervencionista. 
En virtud del modelo económico neoliberal consagrado  en la  Carta Fundamental  el Perú las elites gobernantes han instaurado las reglas de la economía de mercado para todos los sectores de la economía peruana (Ver, Titulo III Régimen Económico). En 1994 se promulgó el Dec. Leg. 882 (sobre la inversión privada  en la educación  que incluye la enseñanza primaria, enseñanza secundaria, enseñanza superior, enseñanza para  adultos  otros servicios de enseñanza); poco después la Ley CONAFU 26439 (Promoción de la inversión privada en la educación superior universitaria).
Desde los  90 el Dec. Leg. 1012 Ley Marco de las Asociaciones Publico - Privadas y Agilización de los Procesos de Promoción de la Inversión Privada (contratación con el sector empresarial privado para la construcción, remodelamiento de centros educativos, gestión pedagógica,  etc.). Este proceso  revela que la privatización, al final  de cuentas,  es  una  realidad objetiva, sin margen de duda.
Pero,  el  capital  trasnacional no busca apoderarse sólo de los recursos naturales y de la infraestructura educativa perteneciente  al Estado peruano, sino también del conocimiento y la inventiva de los investigadores. En 1995 la OMC adoptó el Acuerdo sobre los Derechos de Propiedad  Intelectual ligados  al Comercio (TRIPS) con la finalidad de patentar a favor de las  grandes corporaciones empresariales el control y los precios monopólicos por los productos fruto del conocimiento y la investigación humana, acumulados por la sabiduría popular o la investigación científica, colocándolo al servicio de poderosos laboratorios farmacéuticos (Merck, Pfizer, Glaxo SmithKline, etc.). Este hecho provocó,  por ejemplo, que los retrovirales contra el  SIDA no pudieran ser distribuidas por el Estado sudafricano ocasionando miles de muertes en ese país.
El poder  global  se ha  impuesto  sobre las naciones y los  Estados  subordinándolos a  sus  intereses estratégicos. En  ese concierto, la enseñanza se ha convertido en un asunto privado de vendedores y consumidores que eligen según sus necesidades, lo cual supone un  replanteamiento acerca del papel  y  la función que la educación debe cumplir en la sociedad.  Esta tendencia se advierte en el Tratado de la Constitución Europea donde los servicios públicos,  como la  educación, pasaron  a llamarse Servicios Económicos de Interés General (SIEG), a tono con la filosofía del AGCS, donde los servicios educativos deben ser considerados productos, como los  demás.   Este proceso avasallador viene invadiendo a  América Latina,  en  el Perú se ha  convertido en un grave problema que  trasciende la esfera educativa  al convertirse  en un  serio problema estructural que en los próximos  años podría derivar  en desigualdad educativa  y social. El problema está  en la  cancha de la sociedad, de  aquellos que  creemos que la educación  es un derecho humano fundamental  y que tal  hay  que defenderlo. 

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