Una auténtica guerra del Estado mexicano contra la población, es lo que se vivió en esa entidad sureña, quien continúa resistiendo la embestida militar y de otras fuerzas de seguridad federal, en apoyo a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
El preludio se dio a partir de las 8 de la mañana de este domingo 19 de junio en el bloqueo que sostienen contingentes de maestros en Nochixtlán, en la carretera federal y autopista a la ciudad de Oaxaca.
A las 8:30 horas, la Policía Federal, arremetió contra los manifestantes, disparando con armas de alto poder y lanzando gases lacrimógenos.
La orden fue contundente, “tiren a matar”.
En un principio, los uniformados tomaron por sorpresa a los paristas, replegándolos para abrir la supercarretera (Autopista), cerrada por más de seis días.
La represión fue brutal, narran los pobladores de municipios circunvecinos a Nochixtlán, como San Andrés Sinaxtla, Yanhuitlán, Suchixtlahuaca, Tilantongo.
Las fuerzas de seguridad federal arremetieron contra mujeres y hombres, niños, visitantes, nadie estuvo a salvo.
El Hospital Civil de Nochixtlán fue tomado por la gendarmería, quien impidió la atención de los heridos civiles en la conflagración. Éstos tuvieron que ser atendidos en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Nochixtlán, con paramédicos y voluntarios.
Los atropellos contra los mentores se viene incrementando a raíz de la denominada Reforma Educativa de México, que a vista de expertos es más una reforma laboral, que reduce los derechos del magisterio mexicano.
En la masacre cayeron, Antonio Pérez García, estudiante de secundaria, Andrés Aguilar Sanabria, profesor de Educación Indígena, Yalid Jiménez Santiago originario del municipio de Santa María Apazco, Anselmo Cruz Aquino del muncipio de Santiago Amatlán, Oscar Nicolás Santiago de las Flores Tilantongo y Jesús Cadena de 19 años, estudiante de Asunción Nochixtlán.
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